Comenzaré este artículo citando a Benjamin A. Botkin en referencia a la historia de los superhéroes: “Los relatos de héroes nos dicen más acerca de un pueblo que quizá ningún otro tipo de relatos. Puesto que, como individuos excepcionales y dignos de admiración, los héroes corporeizan las cualidades que más admiramos o deseamos en nosotros mismos”.

Y añadiría, con ocasión de las elecciones presidenciales 2016, que los superhéroes no solo son nuestras aspiraciones o miedos sino también el reflejo del contexto socio-cultural en el cual nos encontramos.

Vemos día a día cómo los peruanos creamos a nuestro candidato ideal, el cual es muy similar a un superhéroe. Vemos por ejemplo el caso de Superman, aquel hombre dotado de humanidad que si bien es cierto tiene grandes valores pero que a la vez salen a relucir sus debilidades.

Adaptado a nuestro medio, se parecería mucho a algunos candidatos así como al ideal de muchos peruanos que ven a la Capital como una gran oportunidad. Así como ellos, Superman es un hombre emigrante que se integra en la sociedad de Estados Unidos de América y por ese motivo es digno de admiración, sobretodo, en los jóvenes de América que tienen orígenes extranjeros.

¿Y quién o quiénes serían Lex Luthor? Hay muchos, lastimosamente, por estos lares.

Y por otro lado tenemos el caso de Batman, aquel hombre murciélago con ganas de erradicar a los criminales con los que se enfrenta, cosa muy relacionada con las propuestas de nuestros candidatos a la Presidencia de nuestro querido Perú.

Vemos como día a día se incrementa la inseguridad ciudadana y ésta casi obsesión por querer capturar a los villanos, por parte de Alan García, Keiko Fujimori, PPK y demás, son propios del superhéroe Batman.

Sin embargo, hay algo muy similar con la realidad peruana, ésta obsesión es tan igual de enfermiza que la de los malhechores por doblegar lo realizado por nuestras Instituciones.

Si algo debemos rescatar y que prima de los superhéroes es su afán por encontrar la JUSTICIA SOCIAL. ¿Qué candidatos la buscan? Se los dejo a su criterio pero para mí, solo hay uno.